Aburrida, donde el lenguaje "directo y al grano" es eufemismo de simplón. Nada de experimentación con el lenguaje, ganas de forjar frases bonitas, apenas una leve conexión de la Perra con el núcleo emocional del conflicto (Damaris no puede tener hijos y la perra está embarazada). Como bien dijo mi tutor, la narradora sabe demasiado, cuenta las cosas sin sobresaltos ni aspavientos, y la novela se desinfla. Pero al menos leí más cosas de Colombia. |