Un marido inventado

Un marido inventado es el segundo libro de la serie los Rokesby de Julia Quinn, que, en esta ocasión, innovó cambiando el escenario de la historia: en lugar de llevarnos a Inglaterra a final del siglo XVIII, tenemos a EE. UU en plena Guerra de Independencia.

Cecilia Harcourt huye a los EE.UU en busca de su hermano, Thomas, tras la noticia de que fue herido en una batalla. Sin embargo, a quien encuentra es al amigo de Thomas, Edward Rokesby, quien está inconsciente en un hospital. Segura de que necesita ayuda y de que puede ser útil en la búsqueda de su hermano, declara que está casada con él. Cuando finalmente se despierta, sin recuerdos de los últimos meses, la mentirita de Cecilia crece desmesuradamente, trayendo consecuencias para ambos que ella nunca hubiera podido prever.

Mientras Edward se recupera y trata de recordar pistas que conducen al paradero de su mejor amigo, también se esfuerza por crear una relación afectiva sólida y se toma el tiempo para conocer a su esposa, creando la intimidad necesaria para establecer una relación que realmente los convierta en pareja.

No es novedad que la escritura de Quinn es deliciosa. Su habilidad para mezclar momentos divertidos con situaciones apasionantes es única, así como su habilidad para crear personajes tan cautivadores. de esta forma, me sumergí en la lectura de Un marido inventado de la misma manera que suelo hacer con sus otros libros y, una vez más, terminé las páginas con una agradable sensación de satisfacción.

Cecília y Edward no son perfectos, guardan secretos y, mientras no lastimen a nadie, son capaces de manipular. Pero en la misma medida, son atentos, se protegen y se entregan por el otro. Incluso cuando uno de ellos está enojado, los sentimientos de la pareja no se ignoran.

Me gustó mucho su relación, no son 100% correctos todo el tiempo, pero ¿quién lo es? La historia en sí mantiene un ritmo tranquilo, sin grandes giros pero eso no la devalúa. Su relación realmente es lo más destacado, especialmente el dilema moral de Cecília.

Un marido inventado es romántico, auténtico y lleno de emociones.Me encantó la lectura,Quinn acertó en la dosis de romanticismo e incluyó drama y expectativa.
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