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Hyacinth Bridgerton sueña, como todos sus hermanos, en casarse por amor, pero hasta ahora no ha encontrado a la persona indicada. Quién le iba a decir que en el recital de música proporcionado por las Smiyhe-Smith, unas hermanas sin oído que cada año torturan a todos los asistentes con sus excasas dotes para tocar el piano, encontraría al amor de su vida. El hombre no es otro que Gareth Saint Clair, el nieto de Lady Danbury, una señora de alta alcurnia, Hyacinth y ella tienen muy buena relación, puesto que la chica acude cada martes a casa de la mujer para leerle novelas. La abuela de Gareth le ha cuidado desde que era pequeño, ya que Gareth no tiene una buena relación con su padre. Ambos sienten animadversión el uno por el otro. La química y la atracción surge entre ellos de inmediato. Él, además de las grandes cualidades de Hyacinth, admira lo mucho que quiere a su abuela, ya que no es una mujer fácil de tratar debido a su mal carácter, pero está claro que ella la respeta y la admira, sentimiento mutuo por parte de Lady Danbury. Un diario secreto que pertenecía a la otra abuela de Garent, Isabelle, será quien forje la irrompible unión entre ellos. Ese diario está escrito en italiano, idioma que Gareth no conoce. Necesita un traductor y da la casualidad de que Hyacinth sabe algo del idioma, por lo que se presta a traducirlo. En él descubren que su abuela dejó en la casa de los Saint Clair un valioso tesoro que ambos se empeñan en buscar. Poco a poco la amistad que entablan se convierte en algo más. No obstante, como siempre, la vida no es un camino de rosas y deben superar distintas adversidades que ponen en riesgo su futuro juntos, entre ellos, los malvados planes del padre de Gareth. Es un libro precioso. La ágil pluma de la autora hace que la lectura sea fácil, amena y muy entretenida, no solo por los tiras y aflojas que surgen entre la pareja, sino por la misteriosa trama del diario y de los secretos que este esconde. Los personajes están muy bien perfilados. Hyacinth es fuerte, extrovertida, resolutiva, muy inteligente y muy leal con los suyos. Gareth es valiente, cariñoso, tiene su lado pícaro, aunque no tanto como afirma su reputación y leal. Ambos se complementan muy bien y cuando uno quiere ser sensato el otro es más rebelde y viceversa. En resumen, es un libro entretenido, ameno, con unos protagonistas bien definidos y cuya química traspasa las páginas. |
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