La prometida del duque

Es curioso leer los dos puntos de vista de una misma historia y eso es lo que sucede con la bilogía de Julia Quinn sobre Los dos duques de Wyndham.
Tras conocer la trama con la primera entrega, La prometida del duque repite los sucesos narrados en aquella, pero centrándose en Thomas y Amelia, por lo que el lector llega a conocerlos más y mejor. Es curioso que ambos, pese a estar prometidos desde niños y haberse tratado desde siempre, sea ahora cuando se conocen de verdad, se hacen amigos y se dan cuenta de la clase de persona que es el otro.
Thomas y Amelia ya me habían encantado en el primer libro y, después de leer su historia, todavía entiendo menos cómo la bruja de la duquesa viuda ha podido tener dos nietos tan majos siendo ella tan mala, je, je.
Thomas es un personaje increíble y, en la situación en la que se encuentra, me parece admirable su manera de reaccionar. Lo mismo que Amelia, quien pone de manifiesto en todo el relato un temple poco común. Ambos tienen un corazón inmenso, son atentos y amables con todos, respetuosos… y la abuela tendría mucho que aprender de ellos.
En mi opinión, el aspecto más positivo de la novela es que la autora nos descubre cómo son los protagonistas y por qué actúan tal y como lo hacen en cada momento, mientras que lo que menos me ha gustado es que repita tantas escenas, aunque comprendo que así permite leer ambos libros de modo independiente.