Este libro es el tercero de los cuatro que componen la serie de los Rokesby y aunque puede leerse perfectamente por separado ya que han pasado unos cuantos años del anterior, mejor leerlos seguidos. De nuevo un Rokesby y una Bridgerton, en este caso es el turno de Andrew y de Poppy, es libro se lee muy rápido, al igual que los anteriores y me ha sorprendido desde el principio. Ella es una Bridgerton perfecta, intrépida, aventurera y muy curiosa, su curiosidad la lleva a vivir una aventura que nunca hubiera imaginado. Andrew es muy inteligente, le gusta pelear y discutir y guarda secretos muy importantes. La trama transcurre principalmente a bordo del Infinity, un barco de corsarios y con pocos personajes, principalmente son ellos dos y el libro esta lleno de dialogos mordaces y momentos divertidos entre ellos, se desafían continuamente y poco a poco, en unos días realmente empiezan a sentir cosas que no saben explicar. Tenemos emociones, sentido del humor, intriga y algo de acción, en Portugal se complica la misión de Andrew y todo se vuelve complicado. El final ha sido perfecto, muy del estilo de esta autora, algo cómico y muy familiar. Sin duda lo recomiendo, no es una historia complicada, es más bien sencilla, pero atrapa enseguida con unos personajes entrañables, algo cínicos y con respuestas para todo, yo lo he pasado genial con ellos y me ha durado apenas dos días. |