Érase una vez un rebelde

Érase una vez un rebelde es la segunda entrega de la serie Calaveras redimidos de la autora Mary Jo Putney publicada por Titania. A pesar de ser parte de una serie, en mi opinión se puede leer de forma totalmente independiente, ya que salvo la forma en la que se conoce el grupo de calaveras que transcurre en el prólogo de la primera entrega, no hay nada que conecte los dos libros.

En la primera entrega de esta serie con Érase una vez un soldado, conocimos al grupo cinco hombres que será los protagonistas de esta serie, todos coinciden en un sótano en Portugal mientras esperan ser ejecutados a la mañana siguiente por los franceses. Durante su noche allí todos se replantean la vida que han llevado y cuando consiguen escapar se proponen redimirse e intentar ser mejores hombres.

El grueso de la acción nos sitúa en el año 1814 en plena contienda anglo-estadounidense, los británicos atacan Washington y Baltimore que son dos de los escenarios que recorreremos junto a nuestros protagonistas. Podemos decir que la historia se divide en dos partes, la primera en Estados Unidos durante la contienda y la segunda el regreso a Inglaterra y el reencuentro con su antigua vida, amigos y familiares.

En cuanto a los personajes ninguno de los dos ha tenido una vida fácil después de su separación quince años atrás. Callie finalmente se vio obligada a casarse, aunque no le fue del todo mal ya que su marido no era una mala persona y fue amable con ella. En Jamaica encontró una vida, una nueva familia y un propósito en la vida. Se ha convertido en una mujer fuerte y decidida, dispuesta a todo para proteger a los suyos.

De Gordon no nos cuentan demasiado pero sabemos que ha tenido una vida dura y que ninguno de los dos ha vuelto a tener relación alguna con sus familias. Es un hombre valiente y leal, muy respetuoso con ella y sus deseos.

Debo decir que no ha sido una lectura para mí, me ha costado leerlo, la historia no conseguía atraparme y se me ha hecho algo lenta en ocasiones. Son dos personas que comparten la comprensión, complicidad y el conocimiento que da una amistad de años por lo que la relación entre ambos me ha parecido más de amistad que de amor y personalmente me ha parecido muy fría, carente de química o pasión, o al menos la autora no me la ha transmitido.

La historia me ha parecido bien ambientada y documentada, se nota sobre todo en las descripciones que la autora hace de las batallas en Washington y Baltimore. Para ser una historia sobre una guerra no me ha parecido demasiado emocionante, el final tiene un poquito más de acción, un suceso inesperado pero que me ha parecido un poco cogido por los pelos.

En Érase un vez un rebelde encontraras una historia de friends to lovers que se cuece a fuego muy lento, un amor tierno y sereno pero pragmático y en mi opinión muy poco pasional.

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