Érase una vez un soldado

Anto sincericida confiesa que la principal razón para querer leer este libro era esa portada tan hermosa. Pero también reconoce que detrás de esa portada tan linda se esconde una historia a la par y por fin un romance que me convence y me emociona! Gracias doña Putney, GRACIAS!
Bueno dejando la sinceridad extrema un poco de lado les cuento de qué va el libro. Empieza en el año 1809 en plena guerra napoleónica en Portugal. Un grupo de soldados ingleses han sido capturados por los franceses y al considerarlos espías ordenaron que sean ejecutados al amanecer. Cuando Will Masterson, nuestro protagonista, despierta con una conmoción y se entera de su inevitable destino empieza a beber con sus compañeros hasta que nota un pequeño detalle en el sótano y la esperanza de salvarse vuelve. Con un poco de astucia y trabajo en equipo, el grupo logra escapar y una vez a salvo se separan prometiendo mantenerse en contacto.
Cinco años después la guerra llega a su fin y Will no ve las horas de volver a casa y olvidarse del ejército. Pero se reencuentra con uno de sus compañeros prisioneros que le encomienda una misión especial. Debe acompañar a los soldados de San Gabriel hasta su reino y comprobar qué tantos daños causaron los franceses por allá.
La vuelta de los soldados a San Gabriel es motivo de festejos para todos, pero en especial para la familia del chambelán del castillo. Cuando los franceses atacaron el reino tomaron prisionero al rey y al heredero dejando a cargo a un príncipe anciano y enfermo, pero también quedó la princesa Sofía. A ella no la tomaron en cuenta por ser joven e inexperta, pero cuenta con el apoyo de su pueblo y con la ayuda de su institutriz, Lady Atenea.
Cuando Atenea y la princesa escuchan gritos piensa que se trata de un nuevo ataque francés. Bajan a ver que pasa armadas y con sigilo, se encuentran con Will al que Atenea apunta sin siquiera pestañear y se entera que los soldados han vuelto. Luego de las presentaciones, ella lo aloja en una habitación y le lleva unos bocadillos, charlan un poco y la atracción que sienten el uno por el otro se vuelve cada vez más palpable.
Will y Atenea terminan trabajando codo con codo en las refacciones del pueblo y se van conociendo mientras avivan la admiración y la atracción mutua. No tardan mucho en plantear las posibles relaciones que pueden mantener aunque tengan ciertas reservas. Me gustó que ambos fueran decididos, fuertes, ingeniosos y supieran exactamente lo que querían. Eso hizo que su relación se fuera desenvolviendo con naturaleza y fluidez, sin histeriqueos ni vueltas pavas. Mientras van confiándose secretos íntimos entablan una relación muy cercana que permite que se conozcan muy bien bastante rápido.
Will estuvo casado pero perdió a su esposa muy pronto lo que lo dejó devastado y lo terminó llevando al ejército. Atenea, por su parte, es hija ilegítima de un hombre importante que no quiere que nadie sepa su parentesco y una mujer aristocrática de mala fama. El hecho de ser bastarda le pesa constantemente a Atenea y es lo que termina truncando su relación con Will cuando se entera que él es además un lord.
Aunque la guerra terminara y San Gabriel está volviendo a la normalidad no todo es color de rosas ya que temen otro ataque ya sea por parte de los franceses o de bandidos. Cosa que termina sucediendo cerca del final y todo el país colabora para defender su reino. Adoré esta pequeña nación, a su gente y sus costumbres tan cálidas. Es el escenario ideal para que florezca el romance protagonista y otros secundarios que nos dejan emocionados y contentos.

Quedé gratamente sorprendida y satisfecha con esta historia, con sus personajes y sobre todo con sus romances. Es de esas novelas donde parece que todos terminan emparejados y felices, pero que igual no nos molesta porque son buena gente y se lo merecen :D La pareja protagonista se ganó todo mi cariño ya sea por separado como en conjunto, los dos son geniales y juntos aún más. Son coquetos, pícaros, ingeniosos y pasionales. Se complementaron perfectamente y sanaron en cierta forma las heridas que cargaban por sus pasados.
Me quedo intrigada por leer más cosas de la autora y ver qué nos depara con el resto de esta saga.

En esta ocasión voy a empezar a contarles un poco de la historia y mis impresiones hasta el final, esto con el fin de que estemos en el mismo canal o me entienda un poquito.

La historia comienza con un grupo de soldados que se encontraban en la Guerra de la Península Ibérica, los cuales lamentablemente fueron capturados por el enemigo y encerrados en el sótano de una casa para posteriormente ser fusilados. Pero es gracias al Mayor de infantería, Will Masterson, y sus conocimientos sobre la masonería que logran escapar del lugar, naciendo así “Las calaveras redimidos” en honor a la dicha de haber podido salvarse de la muerte.

Después de un tiempo, a Masterson se le encomienda una última misión y es enviado al pequeño país de San Gabriel en compañía del Sargento Gilberto Oliviera, residente del lugar. Como es de esperarse después de haber partido por la guerra, son recibidos con algarabía por los lugareños y en especial por la princesa María Sofía del Rosario de Alcántara pues no todos los días un soldado vuelve a casa.

El romance comienza prácticamente en cuanto el Mayor y la acompañante de la princesa, Atenea Markham, se conocen y al decir "prácticamente" hablo que en el instante en que sus miradas se cruzan sienten atracción el uno por el otro. Y esta atracción se da a pesar de que Atenea haya amenazado de muerte a Will por creerlo un intruso en el castillo.

En cuestión de un par de días, nuestro soldado le pide matrimonio a Atenea y se ofrece para ayudar monetariamente al reino ya que como es de esperarse, la guerra y las invasiones causaron estragos. Y dado que él no solo es un soldado, también es un Barón con bastante solvencia económica, puede permitirse eso y más para demostrar el interés por lady Atenea. Después, cuando están tratando de sacar adelante al país sucede otra invasión comandada por el General Baudin, quien pretende desposar a la princesa y tomar el control del lugar. El enfrentamiento de esta invasión no dura ni un día, el general es asesinado por Masterson, quien queda herido y aprovecha su convalecencia para convencer a Atenea y casarse con ella.

Pues bueno, después de esta breve narración les digo porque decidí iniciar así. El motivo es porque NO ME GUSTO. Desde los primeros capítulos el lenguaje me saltaba mucho a la vista, en un principio pensé que era porque hacían referencia a algunos términos de soldados con los que no estaba familiarizada pero al seguir leyendo me di cuenta que no era solo por eso. Creo que en la narración se utilizan bastantes términos que son comunes en España, sino es que son exclusivos del lugar, por consiguiente me vi forzada a buscar varias palabras para lograr comprender el contexto. Y en este punto quiero aclarar que no me genera conflicto el tener que buscar significados de algunas palabras, lo que me genera conflicto es todo el conjunto en esta novela jeje.

Después esta la historia, ¡por Dios! O sea, si entiendo que cuando un soldado ha estado en la guerra rodeado de puros hombres lo más normal sería que al tener contacto con una mujer su corazón y sobre todo su libido despierten, pero este tipo estaba pidiéndole matrimonio a la mujer prácticamente a los dos días de haberla conocido, really? Además de eso, las características físicas de ambos estaban perfectamente compaginadas y resultaba excesiva la manera en la que la autora se esforzó en recalcarlo una y otra vez. Después está la cuestión de yo soldado guapo y multimillonario doy una fortuna al reino solo para que me hagas caso,sin comentarios...

Y yo con toda la esperanza del mundo seguía leyendo.

Me convencí de que en algún momento iba a repuntar, en la invasión por ejemplo. ¡Pues no señores! Ni siquiera en la dichosa invasión, la guerra duró más cuando estaban agazapados esperando que la batalla en sí. Me imagino que si en realidad se hubiera llevado a cabo a lo sumo hubiera durado media hora 😂 y sin ningún momento crítico en el que se hiciera creer al lector que los villanos triunfarían (en este punto ya estaba jalándome el cabello de la decepción😟). Y ni qué decir del final, todo fue tan apresurado, hubo boda y hasta presentación en la sociedad.

Algo que me llamo la atención, más no puedo decir si me gusto o no, es que la autora va enlazando sus personajes con los libros que va publicando, por ejemplo Will Masterson ya había sido nombrado brevemente en dos libros y al parecer hace lo mismo con todos los personajes, los menciona y después les crea su propio libro. En otra situación tal vez les diría que esto es algo que me encanta, que los autores no dejan que el lector se quede con dudas de que le sucedió a tal o cual personaje pero en este caso sentí que más bien estaba reciclando a los personajes. En cuanto a los personajes, sinceramente no conecte con ninguno, ni siquiera con la casi diosa Atenea.

Y si me gustaría dejarles bien claro que no pretendo que no lean el libro, simplemente soy sincera con mi experiencia en esta lectura. No dudo que haya alguien a quien este libro le parezca espectacular y sea su favorito (tampoco juzgo) pero al menos a mí, no me quedaron ganas de seguir con la serie.

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Mientras la guerra entre Francia e Inglaterra estaba en su momento álgido, cinco soldados ingleses fueron capturados y sentenciados a ser fusilados. El futuro para ellos es claro así tras una ronda de whisky barato que un piadoso soldado francés les entrega, los cinco soldados hablan de sus pecados cometidos en vida y la forma en la que se redimirían si tuvieran la oportunidad. Oportunidad que les llega cuando tras un pequeño accidente encuentran un túnel que los conduce a su libertad.

Ahora la guerra contra Francia ha terminado, Napoleón se ha rendido y es hora que los soldados regresen a casa, y es lo que Will tiene pensado hacer cuando un viejo conocido le pide ayuda para realizar una última misión, una misión que será un buen inicio para la promesa que hizo esa noche en el calabozo mientras esperaba ser fusilado.
Todavía no ha nacido la mujer que se alegre de ver cómo su marido, su hijo o su hermano parte a la guerra, pero, a veces, es imposible evitarlo. Soy inglesa hasta la médula, pero San Gabriel me ha dado lo mejor que me ha pasado en la vida. Posición, un hogar, una familia. -Esbozó una sonrisilla-. A ti. He recibido mucho y ahora tengo que devolverlo aunque sea a costa de entregar la vida.
Ya saben que soy una fiel seguidora del género romance histórico, así que Mary Jo Putney ya es una vieja conocida para mí, para ser más exacta leí un último libro de ella por allá del 2011 y no volví a probar su pluma porque para ser honesta con ustedes no terminó de gustarme del todo, pero ya que ahora mis opciones de romance históricos están seriamente reducidas (gracias a Titania que nos dejó vestidas y alborotadas a las fans del género) me pedí el libro pensando que quizá la autora había mejorado o mi yo más “maduro” (según, ¿eh?) iba a empatizar más con sus escritos… error mío.

Pero vamos por parte, no creo que la autora sea mala pero sí que siento que sus novelas son demasiado simplonas. Este libro en concreto tiene un inicio muy fuerte, con los soldados atrapados y listos para la muerte que son salvados casi al último minuto, la autora nos cuenta los estragos que la guerra ha tenido en ellos y en las ciudades que fueron saqueadas y estos aspectos me han gustado mucho pero entonces nuestros protagonistas se conocen y todo se va al diablo. Y sí, soy bien consiente que finalmente el tema principal de este género es el amor pero de verdad que se me hizo profundamente frustrante ver como la historia pasó de tener sentido a ser una historia donde en realidad no pasa nada y donde cada dos páginas tenemos una escena de amor, y ni siquiera un amor bien pensado sino uno de esos romances fugaces donde se ven y al minuto siguiente ya se están planteando casarse.

Tener en exceso escenas de amor hizo que la historia se volviera totalmente repetitiva y aburrida. Y cuando por fin la autora nos daba un respiro en realidad su historia no avanzaba absolutamente nada creando así una historia sosa.
Me pregunto si los hombres superarán alguna vez su deseo de luchar. Las mujeres, desde luego, lo repudiamos.
-He conocido a algunas guerrilleras tan feroces como cualquier hombre; pero en general, tiene razón. Tal vez el mundo necesita más reinas y menos reyes.
Como ya mencioné, lo único rescatable en el libro es que se nos cuentan tecnicismos de la guerra misma y la postguerra pero fuera de ello la novela no me ha gustado y sus personajes tampoco me han parecido ni remotamente memorables. Así que esta vez sí que renuncio a la autora.
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La historia transcurre después de la derrota de Napoleón en un pequeño lugar entre Portugal y España llamado San Gabriel. Todo el reino se está recuperando del ataque de los franceses, así que seremos testigos de los cambios que eso conlleva a la población y al país en cuestión. Por distintos motivos de su pasado, Atenea y Will se cruzarán en San Gabriel y sus vidas cambiarán a partir de entonces.

Érase una vez un soldado es un libro que se puede leer de forma autoconclusiva. Que no os engañe el hecho de ser la primera parte de la serie Calaveras redimidos. La trama progresa de forma lenta, es por ello que esta historia no es apta para impacientes. El ritmo es pausado, pero siempre ocurre algo, ya sea romántico o relacionado con la guerra, que hace que el hilo tire y nos quedemos atrapados entre sus páginas. Quizás sea algo predecible, pero es una historia bonita y que merece la pena. La ambientación me ha gustado mucho y considero que la autora ha hecho un buen trabajo en este ámbito.

Una cosa que me ha gustado mucho es que no abusa de párrafos con descripciones extensas. Por el tipo de novela tenía la sensación de que iba a ser algo más descriptiva y por suerte no ha sido así. La novela contempla diálogos y párrafos de forma coherente. Sí que he echado de menos más batallas, ya que la mayor parte del tiempo es romance y un poco de política. Quizás esperaba un poco más de acción, pero no os preocupéis, que alguna que otra batalla sucederá.

La forma de llevar la historia me recuerda mucho al libro de Orgullo y prejuicio. Ojo, no las estoy comparando ni diciendo que sean iguales, solo que el estilo tan culto de la autora me ha recordado a las novelas más antiguas del género romántico. Por lo que no encontrareis la típica historia fresca con personajes cuya personalidad sea del siglo XXI, ya que claramente al estar ambientada en la época de la invasión de Napoleón esto no puede pasar.

Hablemos de los personajes principales: Atenea y Will. Atenea es una mujer fuerte que rompe con los cánones de la época. No necesita ser salvada, ella puede enfrentarse a todo lo que se le venga encima. Atenea también es la consejera de la princesa Sofía, así que tiene un papel muy importante en la trama. Will es un hombre con un pasado a tener en cuenta y es nuestro primer calavera redimido (¿quiénes serán los siguientes?). La guerra ha cambiado su forma de ver la vida y no dudará en dejarse guiar por sus sentimientos. En este libro también disfrutaremos de la presencia de varios personajes importantes, pero esto os lo dejo a vosotros.

La pluma de la autora me ha enamorado. Su estilo es muy correcto e instruido, además escribe con mucha fluidez, por lo tanto la lectura se hace muy amena. Sin duda una autora a tener en cuenta si se disfruta de este tipo de novelas.

Érase una vez un soldado es un libro perfecto para los amantes de la novela histórica. A pesar de ser la primera parte de una serie, es una historia autoconclusiva, por lo que la recomiendo si queréis pasar un buen rato y disfrutar de una buena ambientación.
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Hoy os traigo la reseña de Erase una vez un soldado, una novela romántica-histórica escrita por Mary Jo Putney y publicada por Titania. Me apetecía leer algo de este género y la novela me llamó la atención. ¿Me habrá gustado?

Nos encontramos en el país ficticio de San Gabriel, Portugal. Allí se desarrollará la historia de amor entre Atenea y Will, un soldado que ha vuelto de la guerra napoleónica para hacerse cargo de la zona, antes de volver a su país natal, Inglaterra.

Me suele gustar mucho el género y no había leído aún nada de esta historia, por lo que empecé la novela muy ilusionada. Pero me ha decepcionado, mucho. Es un libro que se me ha hecho muy aburrido y pesado y eso que el inicio me ha encantado. Pero en cuanto Will llega a San Gabriel y conoce a Atenea, la historia se vuelve soporífera. Es una de las relaciones amorosas más sosas y aburridas que he leído. No hay química entre ellos, nada de nada. Y sus conversaciones no pueden ser mas tediosas, sin ningún tipo de interés. Y eso se debe a que , tanto Atenea como Will son dos personajes planísimos, que no me han interesado en lo más mínimo.

La historia no solo se centra en la historia de amor, menos mal, sino que tambien nos habla mucho de la guerra y de la situación de este país ficticio tras acabar la contienda. Esto es lo que más me ha gustado y aun así había veces que quería abandonar el libro cuando se ponían a hablar del vino, de los viñedos y cosas relacionadas con esa bebida. Aparte de esa información tan poco emocionante , los personajes se comportan de una manera poco coherente con la época en la que se encuentran (año 1814) y no me ha resultado nada creíble. ¡AH! Se me olvidaba una cosa muy importante. A ver si lo adivináis...¡SÍ! Hay un Instalove de libro, nunca mejor dicho. Se conocen y a las horas ya están perdidamente enamorados. ¿EN SERIO? A ver... yo creo en la atracción instantánea, claro que si. PERO QUE ESTÁN HABLANDO DE CASARSE AL DÍA SIGUIENTE DE CONOCERSE. ¿Dónde esta la emoción del romance? En ningún lado, ya os lo digo yo.

En definitiva, Érase una vez un soldado es una novela que me ha decepcionado ya que me ha aburrido muchísimo y no me ha parecido nada interesante. Con unos personajes planos ,sin nada de química y con una trama soporífera, estoy segura de que habrá novelas de esta autora mucho mejores.
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