El domingo pasado en España celebramos el día de las madres, por lo que nuestra reseña de hoy va para las abuelas, esas que han luchado por sacar adelante a sus hijo/as y luego han hecho lo mismo por sus nieto/as. Este libro es una gran carta de amor del autor a su abuela, la mujer que se hizo cargo de él y esa figura vital sin la cual no puede vivir. Además nos muestra el retrato de una vida dura, en parte por todo lo que le sucede, y en parte por vivir en una época (la de la dictadura y postdictadura) en la que ser mujer era una hándicap para muchas cosas. Con todo, la novela alterna entre el pasado y el presente, mostrando a una mujer que se hizo fuerte ante la adversidad, que llevaba el amor por su familia como una bandera y que no dejó que nada la frenase. Hay que destacar también el cuidado con el que se cuenta todo, con fotografías para acercarnos a su protagonista, momentos graciosos o charlas en el presente entre una abuela y su nieto, y esa ternura que se palpa por parte del autor en la narración. Es cierto que hay momentos duros y dolorosos, pero se narran desde el cuidado y el respeto, para que podamos comprender la abuela llega a ser quién es. Por todo ello es una lectura amena, ligera y entretenida, un retrato de una mujer tan real como otras de su tiempo, una historia en la que más de uno/a podrá ver parte de la historia de su vida. Colibrí. |