Es el segundo poemario del autor y a diferencia de los versos libres de "aquí dentro siempre llueve" este se muestra un poco más trabajado con algunos poemas a decimas pero mostrando la misma sensibilidad y sentimientos. Con ilustraciones de Idoia Montero que complementan perfectamente el libro. El título cobra sentido desde el inicio de la lectura. Lo leí de una sentada y terminé con un montón de versos subrayados. Como en cualquier poemario había poemas que me transmitían más que otros pero en general disfruté leerlo mucho. |