En la sombra

No sé ni por dónde empezar.

Comienzo diciendo que no tenía ningún tipo de idea preconcebida de Harry, y que fue escogida para lectura conjunta y darle algo de salseo al verano; así que de entrada iba con cero expectativas.

Ha sido peor de lo que me imaginaba y se cuela como mi peor lectura del año (lástima no poder darle menos puntuación), por estas razones:

Un buen lavadito de imagen que, para mí, sale mal. Este es mi resumen en una frase de la lectura. Harry nos cuenta lo malos que han sido y son todos con él, prensa y familia (se salvan la abuela, la madre y Meghan), a pesar de lo bien que siempre se ha portado con ellos y lo conciliador que ha sido. Resulta que en su libro es tan bueno que es tremendamente antinatural.

El trauma de mamá lo justifica todo. Perder a una madre es duro, y hacerlo tan joven, imagino que todavía más; pero no, nada justifica, salvo su inmadurez, no asumir responsabilidades.

Lloros incesantes durante 555 páginas. El tema principal del libro: las quejas por el mundo injusto en el que le ha tocado vivir. Llorar y regodearse en todos los aspectos negativos de su vida es su pasión. Normaliza sus privilegios como algo que le es debido con una naturalidad que hasta me asusta.

La mayor ofensa llega cuando dice que John Steinbeck “escribía en lengua vernácula, llana y sencilla. Mejor todavía, era breve. de ratones y hombres: 150 paginitas de nada. Y lo mejor de todo: el argumento era entretenido (…)”. La banalización del sufrimiento, la pobreza y la desigualdad en unas líneas. No entendió la novela y, obviamente, le es imposible empatizar con la miseria y el dolor que transmiten sus personajes. Ojalá hubiese aprendido algo de ella y así, al menos, su libro sería breve.


En fin, si tuviera que recomendar algo aquí sería leer “De ratones y hombres”.