La gemela

Natasha no para de sorprenderme. Si ya con sus tres anteriores novelas tuvimos buenas dosis de suspense. Con la gemela, se ha superado.
Se nota la evolución de la autora en el género.

Dos gemelas, Yvy e Iris, ambas separadas a una edad muy temprana por el divorcio de sus padres. Yvy se marcha a vivir son su padre e Iris con su madre. No hay explicación del motivo. Algo que me hubiera gustado saber con mayor profundidad.

La repetina madre de la madre da lugar del traslado de Iris a vivir con su padre y su hermana y comenzar una vida completamente de cero.

Ambas hermanas tendrán un comportamiento completamente diferente, serán como el día y la noche.

Mientras Ivy tiene la vida hecha, Iris tendrá que empezar completamente de cero lo que no se espera Ivy es la estancia de Iris será el principio de todos los males de Ivy.

Es una novela donde no llegaremos a imaginar donde llega la maldad. Que alguien carne de tu carne, sangre de tu sangre sea tan diferente.
Pero en esto mismo consistirá la trama en conocer como Iris se adapta a la vida de Ivy, y viceversa.

La historia se encuentra narrada desde el punto de vista de Ivy, que al ser la más perjudicada de esta situación, conseguirá que empaticemos completamente con ella.

Conoceremos como dos gemelas pueden llegar a ser tan diferentes.

Obra realizada de forma muy amena y acertada con la primera persona.

Totalmente recomendable.
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