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odas las reseñas que os traigo de esta autora siempre tienen más de negativo que de positivo, así que no me preguntéis por qué sigo leyendo sus libros. En concreto, La gemela me ha provocado algunos sentimientos encontrados, pero mi opinión va a ser generalmente mala. Es cierto que estamos ante un libro bien escrito y fácil de leer por su temática adolescente y por su lenguaje, adecuado a la edad de los protagonistas. Sinceramente, ahí se acaba lo bueno. Esta novela se me ha hecho cansada y repetitiva. Ivy está sospechando constantemente de su hermana y, aunque hay alguna cosilla que sí sería para enfadarse, la mayoría de choques que tienen son insignificantes; Ivy sospecha de que Iris hable con sus amigas, sobre su forma de llevar el duelo y, si te descuidas, hasta de que se levante a hacer pis. Además, los nombres de las gemelas me resultan tan parecidos que al principio no paraba de preguntarme quien era la "buena" y quién la "mala". El argumento no tiene mucho trasfondo; el 90% se basa en la vida corriente de las hermanas y en las constantes sospechas de Ivy, lo que ha resultado mentalmente agotador de leer por lo cansino y repelente. A ello se suma el que, sorprendentemente, la gemela "buena" es la única que ve que su hermana está en su contra. Ni su propio padre, ni sus amigas que la conocen de siempre ni su psicóloga ven nada raro en Iris. La gemela sigue la estructura de peli mala en la que sólo el héroe ve lo que los demás no son capaces, y en la que el malo desvela su plan maléfico al final; no tiene absolutamente nada de chicha ni de original. El final me ha dejado igual que estaba, no me ha ni sorprendido ni decepcionado; creo que me aburrí tanto leyendo que llegué a un punto en el que todo me daba igual. Como veis, los personajes me han parecido la cosa más pesada del universo. Son como una masa, indistinguibles unos de otros, y no paran de repetir las mismas ideas una y otra vez. Además, aquellos que podrían tener un peso increíble al final acaban teniendo una presencia insignificante en la novela. Me parece que La gemela era un libro que podía explotarse muchísimo, ya que la idea es tremenda y original, pero se ha quedado en una historia de chicha y nabo que no sirve ni para entretenerse; no sé ni como la he terminado, porque cuando leía no hacía más que pensar en que se terminara ese suplicio. Cuando parecía que los libros de la autora empezaban a remontar un poquito, ha llegado éste para desbaratarlo todo. |
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