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Crítica de Celeste_Lightwood


Celeste_Lightwood
01 October 2020
Summers es una adolescente que vive en un pueblo en el que nunca pasa nada. Es una localidad muy tranquila, donde todos se conocen y donde la vida transcurre sin incidentes de ningún tipo. Por eso, es una chica que no teme ir sola por la calle y a la que la noche no le da miedo, a pesar de que reciba las típicas advertencias de su novio, Lewis, y de su familia para que tenga cuidado cuando salga. Y eso fue lo que sucedió aquel día, que Summers salió de casa para divertirse con sus amigas en un concierto, mientras su novio le aconsejaba que no volviera muy tarde y que pasara un buen rato, pero con precauciones. Summers le tomó por exagerado, pero lo que no sabía era que, en esa ocasión, Lewis tendría más razón que nunca. al llegar a la sala de conciertos se encuentra con su amiga Rachel y esta le dice que otra de sus amigas ha salido corriendo tras tener una discusión con su novio. Tiene miedo de dejarla sola en mitad de la noche, así que le propone a Summers separarse e ir a buscarla, a lo cual ella acepta.

Cuando está pasando por un parque solitario llamando a su amiga a voces, se topa con un hombre muy extraño en la distancia que se acerca a ella corriendo llamándola Lily. Summers, pensando que la ha confundido con otra mujer, intenta aclararle que se ha equivocado y que ella no es a quién está buscando, pero el hombre insiste en que ella se llama Lily. La confusión de Summers crecerá cuando el individuo la agarre y empiece a arrastrarla por la calle; y se convertirá en pánico cuando ambos forcejeen y el hombre la meta en una furgoneta. Las advertencias de su novio acuden a su cabeza; Summers no entiende cómo ha podido pasarle algo así a ella y más en un pueblo que nunca había tenido incidentes de ningún tipo. Ahora su única prioridad es escapar de allí como sea.

En cuando la furgoneta aparca en la casa del hombre y este la conduce al sótano de la misma, Summers tiene claro que ese no es un secuestro al uso. El sótano ha sido convertido en un bonito apartamento con tonos pastel y decorado con muebles agradables y colores vivos. No es un lugar sucio y oscuro como cabría esperar, sino un sótano que, si no fuera por las circunstancias, se podría considerar acogedor. Pero si la situación no es lo suficientemente chocante de por sí, Summers, con horror, se percata de que no está sola: hay otras tres chicas encerradas en aquel lugar. No solo eso, sino que lejos de parecer aterradas, saludan a su captor, Clover, casi con cariño y respeto.

Así, descubrirá que el tal Clover secuestra a mujeres, siempre cuatro a la vez, para formar parte de su retorcido sentido de familia. Todas las chicas son renombradas con nombres de flores (Rose, Violet, Poppy y ahora Summers, que pasará a llamarse Lily) y tienen que fingir ser una familia feliz para contentar a Clover. Este, a cambio, les compra comida, libros, lana para hacer punto, ropa... y las tratará como si, efectivamente, fueran parte de su familia. Desde que Lily pisa ese sótano no puede cesar de pensar en la manera de huir de allí y regresar con los suyos. Sin embargo, el resto de chicas no se lo pondrán fácil. Las tres llevan tanto tiempo allí encerradas que han abandonado cualquier expectativa de recuperar su libertad y, además, ya se han acostumbrado a aquel modo de vida, por lo que aconsejan a Lily que ella haga lo mismo, pues será más fácil cuanto antes lo asuma. Además, la advierten: otras lo han intentado antes que ella y no han vivido para contarlo.


Al igual que Summers, cuando hablamos de secuestro a mí me viene una imagen muy específica a la cabeza acerca de cómo me imagino esa situación horrible. Desde luego, no tiene nada que ver con lo que se plantea en esta novela, lo que hace que me haya resultado bastante interesante. Clover, que no es su verdadero nombre, arrastra ciertos traumas relacionados con tener una familia perfecta. Además, siente especial predilección por las mujeres, así como un sentimiento sobreprotector sobre ellas. Es por esto que "rescata" de la calle mujeres que, según sus criterios, no tienen la vida que se merecen, que se ven obligadas a robar o a mendigar, que viven en la calle por la circunstancia que sea. de esta forma selecciona a sus víctimas y, mediante diferentes estratagemas, las engaña, las sube a su furgoneta y las añade a su "familia". Siempre son cuatro, a las cuales va sustituyendo conforme estas le van "fallando" y no se comportan como él considera que deberían. Para Clover, las está rescatando de una vida cruel que no se merecen para tratarlas como princesas y para darles un hogar y una familia, aunque sea privándolas de libertad y en contra de sus deseos. A mí personalmente me puso los pelos de punta el contraste entre la realidad de la situación y la visión idílica de la misma por parte no solo de Clover sino también, en parte de Rose y Poppy, que lo han asumido en sus vidas como algo normal y que en parte se resignan porque tampoco tienen familia o vida a la que regresar. Violet será la única que se muestre más reticente a esta cotidianidad, aunque sabe que sus esperanzas de huir de allí son nulas. Por su parte, Lily (Summers) no se rendirá y hará lo posible por trazar un plan que la devuelva a casa, con o sin ayuda del resto de chicas.



La novela nos narra con un escalofriante tono de naturalidad el día a día de las chicas, encerradas en aquel sótano, desde el punto de vista de Summers. Tienen una rutina perfectamente establecida, no solo porque se la ha impuesto Clover, sino porque allí no tienen mucho que hacer. Tienen un horario fijo que marca cuando deben levantarse, las horas en las que deben desayunar, comer y cenar (junto con Clover)... El resto del día, se dedican a mantener limpio el apartamento y a entretenerse viendo películas o leyendo libros. Estas escenas son tan rutinarias y los días son tan idénticos entre sí, que el lector, junto con la propia protagonista, casi pierde la noción del tiempo y puede sentir el mismo aburrimiento que Lily en sus carnes. Es por esto que, para que la novela no se haga lenta y pesada (ya que en el sótano se hace todos los días lo mismo y a las mismas horas), la autora alterna el punto de vista de Summers con el de su novio, Lewis, a través de cuyos ojos vemos cómo están llevando la desaparición de Summers y qué están haciendo al respecto. He de decir que, a pesar de que las escenas del sótano tenían todas la misma cadencia lenta, angustiosa y casi aburrida, me gustaron mucho más que las de Lewis y cómo iban avanzando las investigaciones.

Summers es una chica fuerte que, a pesar de pánico que siente y de los horrores que tiene que vivir allí encerrada, nunca pierde la esperanza de que su familia la va a encontrar y va a poder salir de esa pesadilla. A pesar de que el resto de chicas se esfuerzan en hacer trizas sus esperanzas y no ven con demasiados buenos ojos y determinación, en especial Rose que lleva allí tres años y ha sido capaz de, incluso, cogerle el "gusto" a su realidad, Summers no se rinde e intenta buscar resquicios o fallos por parte de su secuestrador que le permitan escapar. Rose, como ya he dicho, es la que lleva allí más tiempo. Ha terminado resignándose a su situación, pues delante sus ojos han visto demasiados horrores de parte de Clover como para saber que no tenía otro opción. A través de su secuestrador (ya que a partir de la mitad del libro más o menos aparecen algunos capítulos narrados desde su perspectiva) conocemos cómo llegó a aquel lugar y qué tipo de relación tenía con Clover, lo cuál también explica, en parte, el por qué de su actitud. Además de eso, se podría decir que Rose ha desarrollado una especie de síndrome de Estocolmo lo que, unido al miedo y a la resignación que siente, hace que no vea con buenos ojos las ansias de libertad de Summers. Actúa como la "madre" del grupo, la que cuida de las demás y la que las instruye para que sepan qué es lo que le gusta a su captor y cómo deben actuar en todo momento con respecto a él. También tiene un instinto protector para evitar que sus compañeras salgan perjudicadas ante los arranques de ira de Clover.

Poppy también lleva mucho tiempo allí encerrada y su forma de comportarse o de ver las cosas, aunque se parecen a las de Rose, sí que guarda todavía un pequeño retazo de salvajismo y de rechazo por las circunstancias que se ve obligada a vivir. Es como que por una parte les sigue el juego, porque no le queda otra para sobrevivir, pero, al mismo tiempo, no ha perdido del todo la esperanza por escapar de allí. de las tres, se podría decir que Violet es la más rebelde de todas y es que, aunque finge que está completamente adaptada a la familia, al ser la que lleva menos tiempo allí tampoco se ha resignado del todo. En definitiva, a través de los ojos de Summers y, de vez en cuando, de Clover, podemos conocer más a las chicas, su personalidad, las diferentes maneras en que les ha afectado el secuestro y los mecanismos de defensa que han adoptado para sobrellevarlo.

La trama me ha gustado mucho, especialmente las motivaciones de Clover y su forma tan retorcida de ver la vida, que es lo que le ha llevado a esta obsesión por encontrar a la familia perfecta. Natasha Preston sabe manejar muy bien la ambientación y somos capaces de sentir en nuestra propia piel la angustia de las chicas, la claustrofobia, el pánico cada vez que Clover baja las escaleras del sótano y el aburrimiento rutinario de que todos los días sean iguales. Considero que, en este sentido, la historia ha estado a la altura de lo que me esperaba. También destaco la forma en la que la autora desarrolla la psicología de los personajes, algo fundamental en este tipo de novelas y que te ayuda a comprender mejor el por qué de la situación o cómo, en el caso de las chicas, están sobrellevando una situación tan traumática como un secuestro. Sin embargo, ha habido ciertos elementos que me han disgustado o aburrido.

Sin duda, lo que más me ha aburrido han sido los capítulos de Lewis y la familia de Summers buscándola. El problema es que este libro, en general, es muy repetitivo, ya que el día a día de las chicas en el sótano lo es y también lo han sido los capítulos de búsqueda. Tan solo de cara al final adquieren un poco de interés, pero los primeros son todo el rato lo mismo: la angustia de la familia, las batidas de búsqueda, el preguntarse en bucle qué ha pasado y barajar hipótesis... En estos capítulos, además, he terminado odiando al novio de Summers, Lewis. Aunque al principio me parecía encantador y me gustaba la visión que tenía Summers de él, creo que la autora no ha sabido manejar bien la presión y angustia que sentía este personaje. Se me ha hecho un chico irracional, muy pesado, cargante y agotador. Entiendo el dolor por la pérdida de su novia, la incertidumbre al desconocer su paradero, pero siento que la autora no ha sabido transmitirlo bien, al menos para mí, y eso ha hecho que el dolor de Lewis lo haya convertido en un personaje que se me ha hecho insoportable y muy cargante, a parte de estúpido.

Otra cosa que he echado en falta es mayor profundidad en el personaje de Clover. Esperaba que, conforme nos acercáramos al final de la historia, se explicara con más detalle el por qué hace lo que hace y cuáles son las razones que le condujeron a esa obsesión insana por las mujeres, la familia y la prostitución. Mediante los capítulos narrados desde su punto de vista vamos descubriendo detalles e indicios de su pasado que nos van dando pistas para entender por qué hace lo que hace. Sin embargo, todo esto se me ha quedado corto. Sobre todo me falta saber más sobre su madre, quien parece ser la figura clave que le ha generado esta especie de trastorno. Como ya he dicho, me lo leí pensando que sería autoconclusivo y quizá por eso la autora no nos revele aquí todos esos detalles, ya que tal vez los deje para su segunda novela, pero siento que el final se me ha quedado a medias y que me falta información para poder comprender todo el cuadro al completo.

El sótano es una novela que te mantiene en suspense desde el principio hasta el final. La forma en que está planteada y, especialmente, la construcción del pensamiento de Clover y las motivaciones que le llevan a hacer lo que hace y de la manera en que lo hace me han parecido muy interesantes. Es una novela entretenida con una atmósfera muy lograda y que alimenta muy bien tus ganas de saber más y de entender qué es lo que está sucediendo. Además, por desgracia, si eres mujer puede que te sientas muy identificada con las chicas secuestradas y con el miedo irracional de que un hombre desconocido se te acerque. Tiene sus fallos, sí, pero igualmente es bastante disfrutable si os gusta este género y esta clase de historias.
Enlace: https://notodoesfantasia.blo..
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