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"Mundodisco" es un universo que, de primeras, puede asustar un poco por su extensión (aunque breves, son muchos los libros que lo conforman). Sin embargo, es un mundo en el que merece mucho la pena adentrarse. En "El color de la magia" nos sumergimos en la literatura de lo absurdo, pero encontrándonos con una obra con mucho sentido a pesar de lo ácido y crítico de su humor. Navegamos por un mundo muy original que se ríe de los aspectos clásicos y típicos de la fantasía y que es, además, una clara parodia de nuestro propio mundo. No son pocas las referencias que vamos a encontrar si prestamos atención. Al leer las primeras páginas de este libro nos encontramos enseguida con la descripción del mundo, y ya desde entonces nos podemos hacer una idea de por dónde van a ir los tiros. Y es que, ¿qué otro autor sería capaz de ambientar todas sus obras en un universo con forma de disco sostenido por cuatro elefantes que, a su vez, están en equilibrio encima de una tortuga en movimiento? A diferencia de otras novelas de la serie, esta está dividida en diversas escenas o "libros" que nos narran historias consecutivas que mantienen los mismos protagonistas y a través de las cuales vamos a empezar a conocer varios aspectos del mundo en el que nos encontramos. Es sorprendente el nivel de profundidad que logra el autor a pesar de lo breve de la obra. Y sin ninguna duda, los personajes de Rincewind y Dosflores merecen una mención especial. Un tándem que funciona a las mil maravillas y que no deja indiferente. Una lectura ágil, refrescante y ligera que rompe con la densidad de las obras clásicas del género fantástico. Con un mundo muy prometedor y un estilo narrativo de lo más peculiar, Terry Pratchett ha logrado cautivarme y estoy convencida de que van a ser muchas las grandes aventuras que voy a vivir en este universo que estoy deseando volver a visitar. |
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