Y Julia retó a los dioses

Comencé este libro con sentimientos encontrados, el Yo Julia no me había gustado mucho, me había parecido planito y sentí que 700 paginas mas de la divertida historia romana no iban a ser coser y cantar, pero no suelo dejar series sin acabar, así que me arme de valor y abrí el libro gordismo para empezar a estudiar los mapas, las tácticas y hasta el árbol genealógico. Hasta ahí ni fa ni fu todo muy parecido al primer tomo, pero cuando empecé la historia todo cambio, de pronto me sentí atrapada y llevada a la corte de los Olímpicos, me senté a presenciar una sesión extraordinaria y me pregunte que le iba a pasar a Julia Domna, la admirable mujer que ya se merecía el titulo de Augusta antes de cumplir los 40.
Que mas puedo decir, el libro avanza a buen ritmo, con pasajes asquerosos y paisajes de ensueño, y así entre la peste y los paisajes desérticos, la pregunta del inicio del libro sigue latente, ¿qué le va a pasar a Julia?… hasta que llega el momento cumbre, la respuesta esta ante tus ojos, descubres la verdad, y en mi caso no sentí compasión por ella, ni rastro de pena, sino toda mi admiración, mi más completo respeto. Después de tanta pelea, tanta traición, tanta táctica, tantos palacios manchados con sangre, tantos sacrificios, tanto dolor, tanto poder, tantas vidas perdidas, tantos momentos de lujuria, tantos secretos, tantas mentiras, después de 2000 años de su muerte, su genio, su esencia, su vida sigue siendo memorable.
Un libro de esos que te dejan malestar en el cuerpo, pero sonrisa en la boca, de esos en los que terminas rindiendo pleitesía al personaje, de esos que te marcan, que saboreas aún mucho después de haberlos terminado. Un buen libro.
De más está decir que Posteguillo ha hecho realmente un muy buen trabajo de documentación, lo cual ya le había concedido en el Yo Julia, pero en este segundo tomo además de la documentación, las libertades que se ha tomado para narrar la historia me han parecido mas que interesantes.