Licencia para espiar

Una lectura que he disfrutado con mis hijos, no toda, solo aquellos capítulos que abrían esa curiosidad innata en lo sorprendente. Cuando les escucho aprender historia para sus exámenes se centran en fechas, lugares y acontecimientos concretos, y veo que cualquier estímulo les hace perder el hilo. Así que cuando encuentro un libro como este, busco el encontronazo. Me acerco con el libro, me preguntan, ¿qué lees ahora? Les enseñó la portada. Una novela como las de James Bone, dice mi hijo. No, son espías de las historia. La palabra historia levanta urticaria y fruncen el ceño. Entonces les dejo caer, ¿conocíais la existencia de mujeres que mataban con un beso en los labios? Anda ya, responden y se ríen. Un hombre engañó a otro, incluso le hizo creer que había tenido un hijo con él, ¿ verdad o mentira? Se ríen, lo niegan, intercambian comentarios y miradas, vuelven a reír, terminamos en Google buscando imágenes  sacando más datos.  
«Cada época tiene sus singularidades, también su particular modo de practicar el espionaje»
 
Esta frase me encanta, tras leer la última obra de Carmen Posadas, creo que esta frase no es del todo cierta, pues al final el espionaje son variaciones del sexespionaje. Golondrinas, gorriones, trampa de miel, escuadrón volante, doncellas venenosas, en estos caso se pone de relevancia la maldad de los poderosos, la historia de Muria me dejó con una congoja... Otra cosa que me queda clara es que las mujeres somos mejores espías y a esta lectura me remito.
                Me ha sorpendido. No conocía la historia de las Visha kanya, que les daban veneno desde pequeñas para que sus fluidos fueran una trampa mortal. Muchas no llegaban a terminar su formación, se les caían los dientes, el pelo, su piel se volvía amarilla y ajada; y algunas cumplían misiones que, sinceramente, encogen el corazón.
                Pero ¿cómo no iban a existir los espías con tal trajín en la corte? Conjuras, alianzas, venganzas. Y ese enano disfrazado de niñas que entraba y salía a su antojo en la corte de la Revolución Francesa. «La envidia y los celos han escrito infinidad de capítulos de la historia».
 
«Como ocurre tantas veces en la vida, las decisiones no las toma uno, sino que las propicia el azar»
 
Y uno de los capítulos que más me ha fascinado, sorprendido y buscado (un retrato de los dos personajes), el que narra la vida de Shi Pei Pu y el caballero d'Éon. ¿Cómo pudo ser esto? ¿Casanova no supo después una noche de pasión si era varón u hembra? Tras ver las imágenes, yo diría que claramente son hombres, pero supongo que se trata de alimentar la leyenda, aunque cierto que el caso de Shi Pei Pu es del siglo xix y no debía existir ese margen a la fabulación, pero ¿cómo pudo Bernard Boursicot no darse cuenta, creer que tuvo un hijo con Shi? Normal que al descubrir la verdad la vergüenza fuese insalvable.

                Lo recomiendo, teniendo en cuenta que no soy la medida de nadie, pero me ha descubierto cosas de la historia que no sabía, ni imaginaba, me he divertido con algunas, con otras como las jóvenes envenenadoras, entristecido con la maldad del poderoso, sorprendido con los tres golpes de hacha para la decapitación de...

En conclusión, con Carmen Posadas, paso un rato maravilloso con sus historias y aprendo.