Licencia para espiar

Las historias que contiene Licencia para escribir van desde la primera referencia documental sobre el espionaje, incluida en la Biblia, hace más de 3.400 años, hasta la actualidad. Cada capítulo se sitúa en un período concreto de la historia de la humanidad, sucediéndose de forma cronológica: primeras civilizaciones en Oriente Medio, Roma y Grecia clásicas, Edad Media, descubrimiento de América, etc. Sin embargo, en cada capítulo la autora incluye pinceladas situadas en otras épocas relacionándolas a partir de algún tema común, como sucede con el uso del sexo como arma de espionaje. Carmen Posadas maneja con elegancia distintos registros y voces narrativas en Licencia para
espiar. Las primeras partes —las históricas— están escritas de una forma didáctica y directa. El lector se divierte mientas se sumerge en la apasionante historia del espionaje y en el papel que las mujeres han jugado en él. Los relatos o episodios contenidos en las segundas partes de los capítulos muestran la capacidad de la autora para utilizar voces narrativas muy diversas. Hay fragmentos que parecen extraídos de memorias personales, en otros momentos utiliza un irónico narrador omnisciente, juega con cartas y documentos de época, mezclando realidad y ficción. Como en otras de sus obras —es marca de la casa—, la forma de la escritura, desde el léxico a los giros lingüísticos, va
evolucionando y adecuándose a cada época, de manera que fondo y forma se complementan sin perder el estilo.