Empezaré por el principio. Escuché hablar de este libro por primera vez a su escritora, Carmen Posadas en el programa de Iker Jiménez, Cuarto milenio. Lo describió tan bien que me convenció para leerlo y... nada más. Digo nada más porque me convenció si, pero no he podido terminarlo. Será porque no soy de intrigas palaciegas, será porque para saber cómo la famosa perla pasó por distintas manos había que leer unos relatos novelados que se me hacían muy aburridos. Sea como fuere, a mí no me ha gustado.
|