La primera vez que lo oías hablar de aquello te daba la impresión de que estaba como una puta cabra, pero la verdad era que solo intentaba aferrarse a algo que llenara sus días para no tener que pensar en el puto desastre en que había convertido su vida. A la mayoría nos pasa lo mismo; puede que olvidar nuestras vidas sea lo mejor que hagamos nunca
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