Conejo Blanco, Lobo Rojo

Tenemos que amar nuestros errores. Son todo lo que tenemos. No pienses que tienes que quemar los tuyos, y nunca, nunca pienses que tienes algo mal que haya que arreglar.

Después de todo, si no tenía una familia que la entendiera, quizás yo podría compartir la mía con ella.

Uno a veces dice mentiras no para que te crean, sino porque no puedes tolerar lo que pasará si dices la verdad.