La arrogancia es producto de una carencia, carencia que lleva a cometer actos injustificables que terminan generando remordimientos y una sensación de culpa de la que aún actos mínimos no pueden desprenderse . Lo que conduce a la autodestrucción. Sólo que aquí, y basado en un amplio prolegómeno recibe un nombre, nombre que se ha convertido en definición, en epítome “ , el demonio de la perversidad” que se supone alienta a cometer el mal por el sólo hecho de que se puede. Aún cuando este sea contra uno mismo. El corazón delator, crimen y castigo, William Wilson y cuántos ejemplos mas ... |