Un soplo de aire fresco. Adriana Braggi no sale de casa desde hace 13 años, desde que enviudó. Unos síntomas de enfermedad hacen que su cuñado decida llevarla a la capital para que la visite un médico, emprendiendo así un viaje que le mostrará todo aquello que se ha perdido todos estos años. Un argumento sencillo que consigue atraparte desde la primera página, extremadamente corto y perfecto para devorar en media tarde.
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