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Un libro con un título muy peculiar, que adquiere todo el significado a medida que lo lees. Un desfile de personajes variopintos, muy distintos entre si, que se conocen y sanan sus heridas a causa, o en este caso, gracias, a una nevada tremenda. El estilo narrativo es muy simple, pero hay que tener en cuenta que está contado desde la perspectiva de un niño por lo cual me parece muy adecuado. En resumen, una novela que se lee del tirón, con capítulos cortos, que a priori parece muy simple pero, que sin llegar a ser la novela del año, nos enseña mucho acerca de los sentimientos, la vida y como nos dejamos arrastrar por ella y perdemos de vista las cosas más importantes. También nos enseña que en el momento que menos esperamos, podemos gracias a algún pequeño detalle, una casualidad, etc. reencontrarnos con aquello que habíamos perdido o llenarnos de valor para hacer o decir algo que llevamos mucho tiempo callando. |
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