El papel pintado amarillo

"Con este relato no pretendía conducir a nadie a la locura, sino salvar a otras personas de ella. Y funcionó".

A veces pasa que vas a ciegas a una librería, sólo a mirar, a dejarte llevar por la intuición y de repente conectas con un libro. No has oído nunca hablar de él, pero la sinopsis consigue llamar poderosamente tu atención.

Sólo hacen falta un par de páginas para saber que este libro es una auténtica joya. Publicado en 1982 comprende cuatro relatos, siendo el más conocido "El papel pintado amarillo". En él, la autora proyecta parte de su vivencia personal, retratando a una mujer que sufre depresión posparto y que es llevada por su marido a una casa solariega para "descansar" y recuperarse. Con una crítica mordaz, Perkins apunta al sobreproteccionismo masculino de su marido, asfixiante e interesado, como parte de su mal, y hace una clara denuncia hacia el tratamiento de los psiquiatras (hombres, por supuesto) hacia este tipo de trastornos. La obsesión por el patrón del papel pintado de la pared de la habitación donde está prácticamente secuestrada desemboca en un relato a ratos delirantes y a ratos terrorífico, con un final sublime.

Y si este primer relato es magnífico, el resto son igualmente espectaculares: una mujer con poderes para hacer el mal ante las injusticias, otra mujer que un día se descubre habitando un cuerpo masculino y los privilegios que implica, una esposa engañada que se alía con la amante de su marido contra él. Sororidad, denuncia a través del humor, críticas sibilinas, terror y mucho más es todo lo que ofrece esta obra de apenas 100 páginas. Perkins se erige como una feminista ácida, que desafía de lleno en sus relatos los roles de género aún hoy existentes, estableciendo un pulso a los convencionalismos sociales.

Una auténtica delicia, una maravilla que recomiendo absolutamente.