Impactante se queda corto. En este cuento clásico del S. XIX, la autora describe en primera persona la psiaquitrización forzada que sufrían las mujeres que padecían depresión. Después de dar a luz a su hija, a la protagonista se le diagnostica un desorden nervioso e histeria y su marido decide tratarla aislándola de todo lo que pueda suponerle agotamiento mental, dejándola encerrada en una habitación ampliamente ventilada pero con un papel pintado de un color amarillo mareado y en la que sólo hay una cama anclada al suelo, y en la que tiene prohibido leer o escribir. Me ha dejado horrorizada. |