El Tapiz Amarillo

El tapiz amarillo es un relato breve narrado en primera persona por su protagonista, una mujer que se traslada con su familia a una casa de campo, en la que deberá permanecer confinada en una tétrica habitación con barrotes en las ventanas y un horrible papel en la pared. Ya que le han diagnosticado una crisis nerviosa y su tratamiento es el reposo absoluto, por lo que se pasa el día aislada en su habitación, tumbada en la cama, sin poder realizar ningún esfuerzo ni físico ni mental. Prácticamente privada de libertad y de poder de desición.

Pero sus ganas de escribir y su necesidad de distracción la llevan a plasmar por escrito, y a escondidas, sus pensamientos en una especie de diario secreto mediante el cual nos narra su historia. Y así, a través de sus propias palabras, veremos cómo ante el aburrimiento de pasar los días sola y encerrada comienza a obsesionarse con el papel amarillo que cubre la pared de su habitación, y cómo sus pensamientos se vuelven cada vez más inquietantes, arrastándola poco a poco hacia la locura.

Un relato breve, intenso y casi claustrofóbico, que se lee en un suspiro y que critica el paternalismo de la época y las consecuencias de un mal diagnóstico y un mal tratamiento de las enfermedades mentales. Dos temas que siguen de actualidad un siglo después.
Una recomendable historia con tintes autobiográficos, que te atrapa desde el principio, cuenta mucho en pocas páginas y consigue que empatices con su protagonista y compartas su angustia. Si aún no lo has leído, no dudes en darle una oportunidad.

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