Apenas duermes. Hay norias que dan menos vueltas que tu cabeza. Eres exigente. Y el perdón lo concedes a quienes te rodean. Sin embargo, tú no te perdonas ni los aciertos.
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Apenas duermes. Hay norias que dan menos vueltas que tu cabeza. Eres exigente. Y el perdón lo concedes a quienes te rodean. Sin embargo, tú no te perdonas ni los aciertos.
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Vivimos a veces en un mundo sin latidos y hay latidos como el tuyo que son mi mundo.
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Solo sé que un corazón tirita de vida cuando unos dedos lo rozan desde dentro.
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No tendremos miedo a la caída, si es el amor quien nos espera.
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Hay miradas que sonríen.
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La vida nos enseña que es inevitable pisar de vez en cuando nuestras alas.
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Siempre y cuando le des rienda suelta las alas del corazón, un ligero aleteo se oirá más allá del silencio
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La vida es un libro abierto cargado de sorpresas.
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Nunca es fácil agitar el pañuelo de la despedida.
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Hay miradas que laten. Hay corazones que miran.
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Los nombres de personajes en un libro aparecen: