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Elin Warner es una policía que no pasa por su mejor momento. Hace años abandonó la relación con su hermano Isaac, pero de pronto recibe una invitación para celebrar su compromiso en un hotel de lujo aislado en las montañas. Antes era un sanatorio, por lo que mantiene aún restos del material médico y un ambiente lúgubre. Por si no fuera suficiente inquietante, la prometida de Isaac desaparece sin dejar rastro. Una novela de suspense donde los huéspedes del hotel quedan aislados por una tormenta de nieve, a la vez que un asesino se ceba con sus víctimas y se destapa el terrible pasado del lugar. Yo sinceramente no le puedo pedir más a un buen thriller. Con capítulos muy cortos y un ritmo constante seguimos de cerca a Elin, a quien no le quedará otra opción que investigar. Su vida personal también tiene un gran peso en la historia, de hecho todos los personajes están muy humanizados, sufren problemas y les condicionan en su forma de actuar. Por lo que también tienen cabida sentimientos como el duelo, la venganza, el perdón o la reconciliación. La autora sabe jugar muy bien sus cartas, con una premisa recurrente, pero eficaz, crea un ambiente asfixiante donde es fácil empatizar con Elin y sentir su terror. Hay un gran trabajo por parte de la autora que da lugar a una obra medida al detalle, con unos personajes y un escenario que casa perfectamente con la narrativa. El Sanatorio es el protagonista indiscutible y nosotros como lectores solo podemos sentarnos a disfrutar de esta delicia de obra, donde constantemente se suceden giros de guion. El final tiene un último elemento que me ha dejado con demasiadas ganas de leer “El retiro”, la siguiente entrega protagonizada por Elin. Pronto me pongo con ella y os cuento. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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