Ghetto de Varsovia. El profesor Heyman, docente universitario de Ética, espera sentado en una acera frente a un muro la llegada de Dios y así cumplir una promesa, lo único que puede hacer en ese barrio donde solo se puede sobrevivir entre el horror, transmitir esperanza a su manera con un tono unamuniano inquebrantable. A él acuden una embarazada y un muchacho para pedir consejos ante decisiones cruciales, que determinarán su futuro. Esta pieza remueve conciencias y rememora un episodio de la cruenta historia del s. XX.
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