París, sus calles, una cafetería, un grupo de escritores...Este libro proyecta todo lo bohemio de la llamada ciudad del amor. Sin embargo, conforme vas adentrandote un poco más en la solitaria vida de Louki, la misteriosa protagonista, te das cuenta de que Modiano no solo refleja la vida de gente poco convencional y de espíritu libre. El final te hace recapacitar y te deja en una especie de abismo hasta que comienzas a enlazar paseos sin rumbo, noches deambulantes, insomnio, el libro Horizontes Perdidos, una infancia triste, falta de apego y cariño, la sensación de no encontrarse con uno mismo... Modiano estaba dirigiéndonos hacia un lugar oscuro que muchos nos negábamos a ver desde el principio, acabando así en una trágica sorpresa.
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