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Tengo sentimientos encontrados con esta novela…voy a intentar plasmarlos aquí. Empezaré contando de qué va esta historia. La novela se ambienta en los años 60 del pasado siglo XX, en París. Guy Roland, el protagonista, trabaja en una agencia de detectives privados hasta que su jefe se jubila y cierra la agencia. A partir de ese momento se dedica a una investigación muy especial: averiguar quién es él realmente. Guy lleva 8 años trabajando para Hutte, pero no conserva ningún recuerdo de su vida anterior; no sabe cómo llegó allí, quién es, si tiene familia o no… ni siquiera recuerda cuál es su nombre real. Toda la novela relata las pesquisas del protagonista, sus viajes y entrevistas con diferentes personas con el fin de resolver la pregunta que se hace constantemente “¿Quién soy?” La verdad es que me parece una historia de lo más original. Es intimista y al mismo tiempo una novela policiaca donde el investigador es al mismo tiempo el investigado. La prosa de Modiano es fabulosa y la capacidad de, con un par de pinceladas, describirnos a los personajes secundarios me parece magistral. Por otro lado, como ya me pasó con “En el café de la juventud perdida”, el retrato de la ciudad de París me parece asombroso, realmente he visualizado cada plaza y calle que el autor nos describe. A fin de cuentas, creo que esta es una novela que nos habla de la memoria y el olvido. de la necesidad de tener una identidad propia que no solo sea reconocida por nosotras, sino también reconocida (y aceptada) por las demás; en resumen: “ser y existir” para las demás para poder ser y existir. Pregunta recurrente que me he hecho leyendo este libro ha sido: ¿Qué queda de nosotros cuando desaparezcamos (temporal o definitivamente) y no quede nadie que nos recuerde? ¿Qué peso tiene nuestra existencia en este mundo si no pasamos a la Historia por destacar en algo? Mis sentimientos encontrados vienen porque, a pesar de ser una lectura ágil y hasta cierto punto adictiva, me quedo con la sensación de que podía haberse exprimido más, es un constante esperar al “gran acontecimiento” que no acaba de llegar ni aún finalizada la lectura. ¿La recomiendo? Sí, pero, al menos para mí, no es un libro que vaya a recordar como de los mejores de la vida. |
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