Yo ahora aprendo porque, un día, sé que estaré cerca de su almohada, cuando sus preguntas se peguen al techo, cuando su boca mastique despacio, cuando se le hagan bola las tristezas. El día que eso pase, yo le cantaré como ella me canta… Le hablaré de aquella salmona que venció la corriente.Porque algún día, también cantaré nanas a quienes no las tienen. |