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La vida de Crystal parece ser perfecta, o eso aparenta. Ha cumplido su sueño de tener una pastelería propia donde triunfan sus muffins de calabaza, tiene un hijo y un marido perfecto. ¿Qué más se puede pedir? Sin embargo, una mañana, su marido desaparece sin dejar una mínima pista… Tirando de hilos, Crystal descubre que este no ha desaparecido de la faz de la Tierra, sino que se encuentra en el lugar donde ella menos imagina, en Carolina del Sur, en su pueblo natal, llevado hasta allí por los secretos y mentiras que ella ha guardado en secreto durante años. Junto a su hijo, Crystal recorrerá miles de kilómetros para ir en su busca, una búsqueda que sabe que, irremediablemente, la llevará a reencontrase con su primer amor: con Zach. Lo primero que nos encontramos es una portada llamativa, elegante, fresca y un tanto vintage, con una ilustración preciosa, sin duda. Además, la edición es en tapa dura que hará las delicias de los amantes de los libros. En cuanto al interior, la maquetación sigue el estilo más que característico del sello Roca Editorial. La historia se divide en 35 capítulos, algunos más cortos que otros, que permiten una lectura ágil y amena, buscando las ganas en el lector de querer conocer más de la trama. Algunos de ellos se centran en la actualidad, otros en el pasado. La novela está narrada en primera persona desde el punto de vista de Crystal, salvo algunos capítulos en los que cede el relevo a Zach, su amor del pasado, de forma que la historia se complementa. El estilo de Dulcinea es sencillo y, en muchas partes, la historia es un tanto infantil. Hay diálogos vacíos y otros que evocaban a un encuentro entre amigos en el recreo del instituto y partes repetitivas que se podrían haber eliminado, como el exceso de calentura en la protagonista, en ese fuego que siente. Desde un principio la historia promete, esperándote una novela adulta, con otro tono, pero se queda a medio gas en una trama juvenil, sobre todo al principio. Hay un antes y un después en la historia, un principio atropellado con un final más madurado. En cuanto a los personajes, algunos están a medio trabajar, faltos de más profundidad, de ese algo que los diferencie de otros y que te haga amarlos u odiarlos. Tanto Zach como Bonnie, el hijo de Crystal, están mejor trabajados que la propia protagonista. de ellos conocemos más por su forma de ser y actuar que por su descripción. ¿Qué es lo que más me ha gustado? El personaje de Bonnie es un personaje entrañable, maduro a pesar de su edad, y que te enternece. Las recetas de muffins de calabaza. ¡Fáciles y querrás probarlas! La conexión del pasado y el presente. ¿Puntos negativos? Un final rápido cuando se podía haber extendido unas cuantas páginas más para que fuera más redondo. El tono juvenil y poco madurado. El exceso de repeticiones. ¿Qué más puedo decir? "En la tierra de los primeros besos" de Dulcinea (Paola Calasanz) te invita a viajar en el tiempo para revivir ese primer amor que todos hemos tenido, ese amor que creemos olvidado pero que al final sigue latente, en una novela que viene para entretenernos y hacernos pasar el rato. Enlace: https://elsecretodearlequin... |
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