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Ari quiere mudarse a la ciudad para poder triunfar con su banda, pero antes deberá encontrar un sustituto para sus labores en la panadería familiar. Entre los candidatos que se presentan al puesto está Héctor, con el que tiene cierta química que evoluciona entre recetas y confesiones. Como personajes, Ari me ha parecido bastante perdido, inmaduro, sin tener muy claras las cosas. Sin embargo, Héctor da la sensación de ser todo lo contrario. Para mí, a la historia le ha faltado un poco de profundidad, pero queda compensado con las ilustraciones, con la paleta de colores, y con las expresiones de los personajes. Porque para mí, es una novela en la que prima mucho más lo visual que los textos. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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