Gracias, mi niña. Gracias por animarme a leer la historia de August. Leer este libro me ayudó a ver la difícil realidad de ser diferente. A ponerme en el sitio de esa diferencia desde la mirada de varios protagonistas. No es un libro triste; merece la pena dedicarle unas horas de lectura. He sido un poco más consciente; he recordado... Me quedo con Olivia, la hermana de August. |