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La historia que nos presenta R. J. Palacio no puede ser más maravillosa. Una historia intensa, tierna, dura en algunas partes y muy emotiva. August tiene diez años, es fan de la guerra de las galaxias y nunca ha ido al colegio porque su madre ha sido la que se ha encargado de su educación en casa. Pero este año sus padres han decidido que debería empezar a relacionarse con otros niños y, por ello, ir a la escuela. August no es un chico normal, al menos físicamente, pues tiene parte de la cara deformada, pero él se siente como uno más. Cuando empieza en la escuela, los miedos se apoderan de él hasta que consigue hacer un par de amigos, que ven más allá de su físico. A lo largo de la historia, vemos como August va cambiando su forma de ver la vida. Empieza a ilusionarse más con todo, a ver la vida de otra manera y a ser más feliz, a pesar de todas esas inseguridades que siempre lo han mortificado. |
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