La lección de August

El libro está dividido en 8 partes, y cada parte está narrada por un personaje diferente. En cada parte hay un montón de capítulos, ya que estos son cortos, muy cortos.

August me transmite muy buenas sensaciones. Creo que el libro en si las transmite. Transmite unos valores geniales, como el coraje, la valentía y la superación, reflejados en August. También te enseña que hay que quererse a uno mismo, se sea como se sea. Y que, incluso en los peores días de tu vida, siempre habrá algún motivo para sonreír, o una persona dispuesta a sacarte una sonrisa.

La historia te enseña como a pesar de ser niños, se puede ser cruel, algunos sin maldad y sin intención, otros en cambio a sabiendas de que lo hacen o dicen duele. Pero también te enseña cómo hay buenas personas, que quizás no son muchas, pero existen.

Me gusta que dependiendo de quién narre la historia, el texto esté escrito de una manera o de otra.

A pesar de cómo lo mira y trata la mayoría de gente, August, Auggie, es un niño sonriente. Es inteligente y divertido. Es sensible y un gran amigo. Es cariñoso y tierno. Y es mil cosas más, todas buenas.

Quizás la trama no te tenga con el alma en vilo, pero cuenta una historia que merece mucho la pena ser leída, porque hace que te replantees cosas y las veas de manera diferente.

Es una historia única, igual que su protagonista. Puede ser conmovedora, aunque no llega a hacerte llorar. Es más bien un ejemplo de superación diaria y fortaleza.

El final no es un final propiamente dicho. Quiero decir que no pasa algo super emocionante ni nada por el estilo, sino que para mí es como el cierre de un ciclo. Sé que algo acaba, pero sé también que a August le quedan muchas cosas por vivir. al terminar el libro, tenía una sonrisa de oreja a oreja en la cara.

La autora escribe muy bien. Creo que ha sabido meterse perfectamente en la piel de un niño de diez años tan especial como es Auggie. Además, su escritura es fluida y ágil.

En cuanto a personajes, están bien construidos y definidos, y la gran mayoría me gustó mucho, aunque hay alguna que otra excepción.