Rubén Darío: La vida errante

Este es el primer libro que me ha tocado en “Masa crítica” y no pudo ser más acertado. Me explico. Cuando llegó a casa y lo abrí, no me di cuenta de un detalle que ha marcado la lectura: está escrito por dos de mis profesores de la universidad y no me había dado ni cuenta. Rocío fue mi profesora de “cuento hispanoamericano” y Julio me enseñó sobre la literatura del XV. Así que me llenó de dicha recibir justo este libro, porque además me daba la oportunidad de reconciliarme un poco con Rubén Darío y su obra (nunca fuimos del todo amigos, aunque tampoco había un odio rotundo).
Debo decir que es una biografía de 10, bien documentada y con datos contrastados (incluso de más) pero no es un libro para todo el mundo. Es un texto de 500 páginas absolutamente filológico y creo que a un lector común que busque simplemente conocer al poeta, puede resultarle pesado. Cada pocas líneas se introducen citas y otros textos y esto hace que la lectura sea algo pesada. Pero en cuanto a información y desarrollo, es un gran libro.
En mi caso, quiero resaltar las partes que más me han gustado porque lo que me haya disgustado no me parece relevante.
Siempre se le dio una gran importancia a su relación con Rosario porque fue su amor más pasional y primerizo, pero a mí quien me llamó siempre la atención fue Francisca, la princesa Paca, quien creo que de verdad fue su gran amor; y aunque se le dediquen pocas páginas en la biografía, es alguien digno de conocer; de hecho, llevo tiempo queriendo ver una serie que le dedicaron, “La princesa Paca”, y además dicen que está muy bien hecha y que merece la pena.
Para terminar, poniendo la que yo considero la guinda de mi reseña, quiero mencionar la parte de la biografía donde se alude a la relación de Ruben con don Miguel de Unamuno, porque éste último es mi escritor preferido sin lugar a dudas y porque me parece llamativa la extraña amistad que tuvieron ambos escritores. Me ha emocionado de veras leer cómo Rubén confió en el “Unamuno poeta” cuando ni el mismo Miguel lo hacía. Sin embargo, a mí su poesía me encanta. Bueno, todo de él, la verdad.
Pudiera parecer que Unamuno no apreciaba a Darío, pero yo creo que había afecto sincero disimulado por el carácter tan particular del escritor vasco.
Si estáis buscando un estudio exhaustivo acerca del vate nicaragüense este es vuestro libro, pero si buscáis una biografía novelada y más ágil y amena, deberíais buscar en otro libro.
Mi más sincera enhorabuena a Rocío Oviedo y a Julio Vélez-Sainz, y mi más sincero orgullo por haberme sentado en sus aulas.