Hace años, de adolescente, leí el libro 1984 de George Orwell. Recuerdo que me hipnotizó, no podía parar de leer. Resultó una lectura impactante. Hoy he leído la novela gráfica adaptación de este clásico de la literatura de ciencia-ficción. Y he vuelto a sentir lo que sentí en su momento con el libro en formato clásico. Impresiona el poder de sugestión, el poder de la mente, de la masa, de la soledad dentro de la masa. Porque aunque estás rodeado de gente, la falta de empatía, de lazos emocionales ajenos al gran hermano, provoca una gran soledad, que aun es mayor en cuanto la gente no es consciente de la misma. |