 |
¡Hola lectores! Hoy les traigo una de las lecturas que más he disfrutado este verano. Se trata de la cuarta entrega de la serie de thrillers policíacos que comenzó con la novela . Un nuevo encuentro con la teniente Valentina Redondo y su equipo. En esta ocasión, se enfrentarán a un caso de “habitación cerrada”, que fueron tan típicos en algunas novelas de misterio de principios de siglo pasado. Judith Pombo, presidenta del Real Club de Tenis de Santander, aparece muerta en su camarote a bordo de la goleta La Giralda. La habitación está cerrada por dentro y el cadáver presenta una minúscula herida en su pecho. ¿Será suicidio o un asesinato? Y si se trata de un crimen, ¿como pudo ser, si la habitación está cerrada por dentro y no hay manera de salir? Un enigma que me ha encantado como la autora, con una pluma ágil y precisa, ha sabido desarrollar de manera amena e inteligente. Por un lado, mostrándonos un caso aparentemente imposible de resolver, presentando a unos personajes de los que terminas sospechando de todos. Y por otro lado, descubriendo los problemas personales de la propia protagonista. Valentina no solo se enfrenta a este crimen enigmático, sino a su propia tragedia personal. Además, ver como se ha ido desarrollando la personalidad de Valentina a lo largo de la serie de novelas, como ha ganado en madurez y su manera de enfrentarse a las vicisitudes que le plantea la vida, le dan veracidad y profundidad a la novela y al personaje. Un rompecabezas que nos hará pensar y rompernos el coco junto a la teniente Redondo y su equipo, con un final que no supe ver venir en ningún momento y me ha parecido magistral. Además me ha gustado mucho como nos va presentado a lo largo de la novela a cada uno de los sospechosos y sus motivaciones, con saltos en el tiempo que nos permiten comprender mejor la trama. En definitiva, una novela que he disfrutado mucho, ideal para estas vacaciones y que recomiendo mucho a los amantes de este género y a las novelas clásicas de misterio. |
>
