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Como siempre, las novelas de Maria Oruña son entretenidísimas. Ideales para una lectura de verano o para leer envuelta en una mantita con el frío del invierno. Las historias de esta escritora gallega tienen cierto aire de novela de misterio antigua, con un rollito a lo Agatha Christie, pero en versión moderna y actualizada. Misterios no demasiados, truculentos, con muy buena documentación, excelentes descripciones de los escenarios y personajes bien dibujados. Muy recomendable para lectura de evasión y placer tranquilo.
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