Valentina tiene 43 años, es periodista y regresa a Barcelona tras muchos años de trabajo en Oriente Medio. Vuelve con ganas de reconciliarse con el pasado pero también de comprender todo lo que ha ocurrido, aquí y allá, para decidir si quedarse en España o marcharse de nuevo. "A veces hay que volver a casa para descubrir a donde queremos ir", porque casa y hogar no siempre hacen referencia (o no solo) a un lugar físico: son personas, hechos, vivencias, sentimientos... Y a todo eso se enfrenta Valentina en su regreso a Barcelona, a personas que significaron mucho y otras que no significan ya nada, al tiempo que reflexiona sobre su paso por Oriente Medio y todo lo que vive en la Franja de Gaza. La novela alterna episodios del pasado y del presente cuyo contraste es tan brutal que la protagonista no puede dejar de reflexionar sobre ello, sobre la fragilidad de la vida, regalándonos frases maravillosas: "Cómo se añoran todas las posibilidades que ofrecía el pasado cuando se mira hacia atrás con la lente de la nostalgia...". Marta Orriols ha vuelto a conquistarme, como ya lo hizo con sus novelas anteriores: porque su prosa es fluida, porque sus historias me atrapan y porque sus palabras me llevan siempre a reflexionar sobre aquello que narran. Así que os recomiendo esta historia y también que, si aún no lo habéis hecho, no dejéis de leer y disfrutar Aprender a hablar con las plantas (que, aunque lo parezca, no es un tratado sobre botánica). Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |