La cordillera de las empanadas amaneció de nuevo envuelta en su niebla. Quizás de lejos pareciera humeante, recién salida del horno, quizás incluso con los misterios a media cocción. Y ahí era donde el inspector mejor se manejaba; entre las certezas y las dudas. En algún lugar entre el pasado y el presente, como aquel duelo que dejó a medio hacer, un luto frío que se instaló en sus tripas y sus silencios. Justo ahí, bajo la alfombra, donde el país guardó sus muertos como quien aprende a mirar hacia otro lado. Pero las ratas a veces muerden donde no deben y todo se levanta. ¿Todo?"
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