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Nos encontramos con dos protagonistas arrogantes, testarudos e insolentes que no harán más que chocar, para goce y disfrute mío. Ella, doctora en un momento en el que lo tiene todo en contra; él, duque obligado a vivir con unas imposiciones que no pidió. Los dos me parecen maravillosos, aunque he de reconocer que siento debilidad por Paige —crack, reina, genia y figura—. La documentación por parte de la autora se nota desde la primera página y la ambientación es una pasada. La trama está centrada en ellos dos, pero de vez en cuando aparecen unos secundarios fantásticos, entre los que tenemos al adorable Matthew y a los descarados Drew y Richard que me han dejado con ganas de saber más de ellos. A todo esto se le suma la pluma de Mariam Orazal que es una auténtica delicia y tenemos un merecidísimo Premio Vergara. Una historia cautivadora, adictiva y totalmente recomendable para cualquiera que quiera deleitarse con una preciosa novela romántica histórica. |
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