El Gran Rojo

No debería sorprenderme que esta novela me haya gustado tanto, porque @benito_olmo siempre será uno de mis autores fetiches. Por eso y por muchas otras cosas, estoy deseando continuar con la serie.
He tardado bastante en leerme esta novela y ahora sé que hice mal, porque si hay algo que Olmo sabe hacer, desde luego, es escribir.
Su prosa, desenfadadamente profunda, irónica, divertida, ocurrente, te envuelve en la historia y te hace partícipe de la misma, intentando, como otro personaje más, llevarte el gato al agua.
De fácil lectura, me ha sacado más de una sonrisa y, debo confesar, que alguna lágrima también. Me he sumergido en los barrios alemanes, como lo hiciera hace poco con Dientes Rojos, y he disfrutado de la sordidez del ambiente y de las vidas turbias de sus habitantes, al acecho de una trama ligada desde varios frentes, cada cuál más oscuro e inquietante.
Todo tiene importancia en una historia coral en la que te enamorarás del coraje de Ayla y de la perseverancia de Mascarell.
Si leísteis las anteriores novelas, protagonizadas por Bianquetti, ya sabéis que la creación de los personajes es otro de los puntos fuertes del autor. Pero Mascarell me ha robado el corazón.
¿Cómo puede perfilarse tan bien un personaje con unas cuantas palabras y sin perder nunca la acción de vista?
Para mí, lo que ha hecho Benito en esta novela puede incluso superar la anterior porque he acompañado al protagonista en su camino de investigación pero también en el de su vida, paralelamente y afianzando la trama, dándole a todo un sentido trágico sin ser excesivo ni ajeno.
Quiero más Mascarell.
Quiero más novelas de Benito Olmo.