Te veo en el cielo

Elías es tímido, inseguro y necesita salir de su zona de confort. Enzo es deportista, apuesto y popular. Los dos se encuentran en una de las ciudades más románticas del mundo. Entre ellos puede suceder cualquier cosa.

Te veo en el cielo de David Olivas no solo cuenta una historia de amor LGTB. Su estructura está recubierta de otras capas igual de importantes: autodescubrimiento, familia, inseguridades, superación... Cualquiera que haya sufrido un proceso similar al de los personajes puede verse reflejado en ellos. de hecho, en ciertos momentos me he sentido bastante identificado con Elías.

Los capítulos están narrados en primera persona y alternan las voces de ambos protagonistas. Eso me ha ayudado a comprender sus deseos e inseguridades mucho mejor. Todo ello sucede además con una banda sonora muy reconocible, algo que siempre agradezco en libros como este. Vetusta Morla, Taylor Swift, Tom Odell… artistas que escucho a diario.

La ambientación me ha parecido de lo mejor. A mí me ponen un romance gay en Italia y ya me han ganado. Roma es una ciudad soberbia y gracias a la pluma del autor, ligera y cercana, he podido recorrer de nuevo sus calles.

Sin embargo, no sería sincero del todo si no os hablase de lo que no me ha gustado. Creo que esta historia tenía todos los ingredientes para ser perfecta: dos protagonistas carismáticos, una ambientación insuperable y momentos muy tiernos, pero la trama avanza tan deprisa que termina cayendo en la inverosimilitud.

Es cierto, que las casualidades tienen un peso importante en el trascurso de la historia y que el tiempo corre en contra de los protagonistas, pero ojalá no hubiera sucedido todo de manera tan frenética. Según el autor se recortaron muchas páginas para que el lector pudiera terminar la historia en uno o dos días, y para mí, eso ha sido un error que empaña los momentos más románticos.

Te veo en el cielo no me ha resultado una historia novedosa ni creíble, aunque si dulce y emotiva, y con un final destacable que ha sido capaz de hacerme creer que el amor a veces puede traspasar barreras y movilizar al universo por sí solo.