AntonioCM09 July 2022
Avanzando a saltos y zancadas por la cresta pelada de la colina de las Ninfas, se percibe muy bien que el monte entero es una sola roca, enorme, compacta, pulida por el agua y el tiempo, llena de cortes geométricos limpios y misteriosos sobre los que un día estuvieron asentados los cimientos de las casas del antiguo barrio de Melite.
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