Entre silencios y susurros crearon un idioma propio. Era su secreto, su juego compartido.
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Entre silencios y susurros crearon un idioma propio. Era su secreto, su juego compartido.
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De la tierra de la desesperación brotan flores podridas.
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Pero las medias... No, sin las medias no podía volver. Una mujer decente no andaría ni por su propio jardín con las piernas desnudas.
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Moby Dick, Herman Melville