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Lo primero que me llamó la atención fue su preciosa portada, así que decidí leer la sinopsis y acabé adentrándome en esta historia de fantasía tan bonita y llena de esperanza y amor a través de las distintas generaciones de una misma familia de la Antigua Corea. Tradiciones y folklore que dan lugar a una ambientación mágica que te atrapa y te anima a seguir leyendo, recordando en ocasiones a ese mundo mágico que proponía Miyazaki en “El viaje de Chihiro” . El principio es ligeramente escabroso debido a la cantidad de conceptos folclóricos y nombres de personajes que se sucederán en estos primeros capítulos donde se nos presenta el mundo del Dios del Mar. No obstante, en cuanto las piezas comiencen a encajar, será casi inevitable imaginar a todos los seres como una sucesión de imágenes en la cabeza con brochazos de miedo, ternura, esperanza, amor y creencias como el mito del hilo rojo. Normalmente suelo sentir una inclinación especial por los personajes secundarios de la mayoría de libros que caen en mis manos, sin embargo, en esta ocasión puedo afirmar que los protagonistas de este libro: Mina y Shin, me han conquistado por completo gracias al carácter y la motivación de ambos además de la historia que comparten entre ellos. Destacaría la fuerza de Mina pese a su temprana edad, dispuesta a sacrificar su vida para que su familia y el pueblo en el que habitan puedan vivir en paz sin afrontar más tormentas marítimas. Los capítulos son breves y con un ritmo ágil, escritos con un lenguaje sencillo pero precioso generando cierto confort a la hora de la lectura. Sí es cierto, que no pensé que el romance tendría un papel casi principal en la novela, pero, aun así, la he disfrutado mucho de principio a fin. También diré que me habría encantado ver cómo la autora, Axie Oh, desarrollaba con más profundidad algunos de los elementos que componen ese entramado de dioses y normas mágicas, que ojalá tuvieran continuidad en una siguiente novela. En definitiva, es una historia que me ha sorprendido gratamente y que sé que se quedará conmigo durante mucho tiempo. Lo he leído como préstamo de EBiblio y seguramente me haga con una copia física para subrayarlo y anotarlo. |
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