En Un libro de mártires americanos (2017) Joyce Carol Oates (Nueva York, 1938) abre el telón para mostrarnos una novela que presenta como temáticas principales el aborto y la pena de muerte en la sociedad americana moderna, respaldadas por el fanatismo religioso y la polarización radical de los valores morales y sociales. En medio de esta eterna “guerra ideológica”, Oates sitúa como referente a dos familias estadounidenses antagónicas en todos los sentidos: la familia Dunphy, cuyo patriarca Luther Dunphy un radical religioso asesina a un médico antiabortista y a su escolta tras dispararles frente a una clínica en Ohio; y a la familia de Augustus Voorhes, el médico abortista asesinado. Como si de una fotografía se tratase en tiempo, lugar y forma ambas familias evolucionan de forma paralela tras el tiroteo que derrama la historia, narrada a través de dos personajes femeninos: la hija de Luther Dunphy, Dawn que se convierte en una boxeadora de relevancia; y Naomi Vorhees, aspirante a documentalista que se obsesiona con la vida y obra de su padre. Personajes semejantes que crecen a medida que rehacen el camino destrozado por las consecuencias de los actos e ideologías de sus padres, sin otro objetivo que remendar la tremenda herida que parece no cicatrizar nunca. |